Desarrollo de Logo Corporativo
Si nos ponemos a pensar, pueden venirnos a la cabeza decenas y decenas de logotipos. El de Cocacola, el de Apple, el de Google y el de muchos otros más. De hecho, podríamos decir que cuando pensamos en alguna marca la estamos vinculando directamente a su logo, por lo que un diseño correcto del mismo es de vital importancia.
Antes de diseñar un logotipo es necesario saber qué queremos representar. Por ello, debemos conocer las características peculiares de la marca o la empresa, a qué público objetivo se dirige, cómo es su identidad corporativa actual, las preferencias de estilo y el presupuesto y condiciones generales.
Como paso complementario a la investigación anterior, también nos interesa analizar a fondo los logotipos de las empresas de la competencia, tipografías, colores corporativos y otros elementos de su identidad visual. También podemos buscar ideas de logotipos que nos resulten inspiradores e intentar encontrar el porqué, aunque sean de empresas de otros sectores totalmente distintos.
En esta fase, iremos apuntando todas las ideas que se nos ocurran o que nos hayan gustado, aunque en un principio parezcan descabelladas. Ya habrá tiempo de descartar después.
Después de la lluvia de ideas, habrá llegado el momento de empezar a filtrar y trabajar sobre los elementos que más nos hayan gustado y que coincidan con la imagen que queremos dar de la empresa.
A partir de ahí, iremos «garabateando» diferentes ideas y viendo qué tal encajan. No tengas prisa por llegar a la solución definitiva, jugar un poco es parte del proceso.
Ahora sí, habrá llegado el momento de tomar el boceto definitivo y convertirlo en una imagen digital. Existen muchas soluciones para ello, desde los programas para profesionales como Adobe Photoshop o Adobe Illustrator hasta los creadores de logotipos gratuitos. En el siguiente apartado tienes algunas herramientas que pueden resultarte útiles para empezar.
Hasta ahora estábamos trabajando con bocetos a lápiz, pero ha llegado el momento de tomar una decisión clave: los colores de tu logotipo. Recuerda que se recomienda que no sean más de 3, e incluso un logotipo monocromático puede ser más que suficiente.
Para acertar en esta elección, además de analizar lo que está haciendo la competencia, es muy recomendable investigar un poco sobre la psicología del color, ya que cada tono puede transmitir ideas muy distintas.
Ya tenemos lista la propuesta inicial para el logo. Ha llegado el momento de enviar la propuesta al cliente (o bien a los responsables de aprobarlo internamente) e introducir los posibles cambios y detalles finales.
El logotipo de una empresa debe verse bien en la fachada de un edificio y en la pantalla de un móvil, además de poder imprimirse sin dar problemas de formato. Por tanto, una vez que tengamos la propuesta definitiva, habrá que hacer un trabajo de adaptación para que sea viable.